La perspectiva sistémica es una teoría que pone énfasis en el estudio de las relaciones y los sistemas. No se limita al individuo, sino a entender este dentro de su propio sistema (familiar, laboral, social, etc.). de esta perspectiva nace, entre otras, la metodología de las Constelaciones familiares, que es muy potente a la hora de ayudar al cliente a ver representada su particular situación.
Personalmente, durante las sesiones, aplico algunas herramientas de las Constelaciones familiares en los procesos de coaching. A veces, con mis clientes, reproducimos en un escenario ficticio la situación que estamos trabajando (a través de papeles en el suelo o de pequeñas figuras); de esta manera se pueden desatascar aspectos muy profundos de la persona y el cliente puede reconocer y escenificar posibles soluciones.
Me gusta aplicar la perspectiva sistémica porque parte de una mirada amplia y abierta y nos permite ver cómo una relación poco fluida con el padre, con la madre, con los hermanos, con los hijos… nos dificulta las relaciones y la éxito en la vida. Lo que está varado en la familia se traslada a todos los demás ámbitos.
Según Bert Hellinger, padre de las Constelaciones familiares, podemos hablar de las siguiente leyes sistémicas:
- El equil·libri entre el dar y el recibir, necesario para que todo fluya en nuestra vida.
- El derecho a la pertenencia: todas las personas tienen derecho a pertenecer en su sistema y por tanto a no sentirse excluidas.
- La prevalencia de quien fue antes sobre quién vino después.
Son premisas muy básicas pero que ayudan a poner orden, ya sea en la familia, en la vida social o en una organización y nos permiten por tanto incrementar el propio bienestar y el de nuestro entorno.